Como hijo de pequeños productores, Óscar Alvarenga decidió estudiar Ingeniería Agronómica e incursionar en la producción hortícola con su propio emprendimiento, La Casa del Horticultor. Desde el distrito de General Francisco Caballero Álvarez, conocido como Puente Kyjhá, en Canindeyú, el Ing. Óscar Alvarenga se dedica a...
18 Nov Joven productor construye su legado con trabajo tecnificado y comprometido con la calidad
Como hijo de pequeños productores, Óscar Alvarenga decidió estudiar Ingeniería Agronómica e incursionar en la producción hortícola con su propio emprendimiento, La Casa del Horticultor.
Desde el distrito de General Francisco Caballero Álvarez, conocido como Puente Kyjhá, en Canindeyú, el Ing. Óscar Alvarenga se dedica a la producción de locotes, frutillas, sandías y melones, con el objetivo de abastecer la demanda de minoristas y mayoristas en la región.
Desde pequeño, Óscar vio a su madre trabajar en el campo con productos tradicionales de consumo familiar, lo que lo inspiró a seguir sus pasos, pero con un enfoque más técnico y científico. «Ya en mi segundo año de facultad empecé a trabajar con lechuga, pero no me fue bien. Algunos años después, continué con mis investigaciones y, gracias al conocimiento adquirido, comencé a cultivar frutillas y locotes», explica.
Diversificación como clave para crecer
Para el productor, la investigación y la observación directa del campo son esenciales al momento de elegir los cultivos y planificar la producción anual. «Trabajar en la agricultura no es fácil, pero con una buena planificación y un manejo adecuado de los recursos, se puede crecer y emprender nuevos proyectos», señala.
Mencionó que en las principales zonas productivas de Canindeyú creció el cultivo de locotes, con una estimación en torno al 30% más que en años anteriores. Entonces, es mejor disminuir la cantidad de plantas y diversificar con otros rubros para reducir los riesgos de pérdidas.
Su producción se coloca en Puente Kyjhá, en Katuete y Salto del Guairá, abasteciendo a minoristas y mayoristas. «Este año estamos enfrentando precios bajos debido a la sobreproducción. Tuvimos algunos meses complicados», añadió.
Recordó que en el sector nunca se tiene la certeza de que todos los productos serán vendidos, por lo que está en constante conversación para conocer la dinámica del mercado. Ahora que estoy en el corazón de la agricultura, comprendo los casos de productores que invirtieron mucho y no pudieron recuperar su inversión. Es un desafío constante, pero gratificante», aseguró.
Producción eficiente y diversificada
Alvarenga comenzó a trabajar con frutillas de la variedad Dover, logrando hasta 500 gramos por planta. Gracias a la tecnificación y las buenas prácticas agrícolas, ha alcanzado una alta calidad en sus productos. «Con más capital para invertir, podría llegar hasta 700 gramos por planta», comenta.
En cuanto al locote empezó de manera 100% orgánica, pero debido a la exigencia financiera de las materias primas, optó por trabajar de manera convencional. En los últimos años también empezó a trabajar con microorganismos y crear su propio sistema de manejo para garantizar buenos resultados sin sacrificar sus ganancias. Con unas 2.000 plantas, produce cerca de 4.500 kilos en esta temporada.
En relación a la sandía y el melón, debido a que la demanda de estos productos varía por temporadas, la producción es más limitada. Con unas 1.000 plantas, obtengo entre 3.500 a 4.000 frutas.
En cuanto al melón, Óscar sembró 10.000 plantas, de las cuales alrededor del 70% está siendo cosechada. Detalló que, bajo condiciones adecuadas, cada planta puede generar hasta 5 frutos de hasta 9 kilos. «Este año estoy produciendo entre 7.000 y 8.000 frutos de primera calidad», agrega.
Desafíos
A pesar de su éxito, Alvarenga enfrenta desafíos, especialmente la falta de capital e infraestructura. «Solicité un préstamo al Crédito Agrícola de Habilitación para cubrir los costos de producción, pero solo me otorgaron un porcentaje que me sirvió como base. Tuve que recurrir a otro préstamo con una entidad financiera para completar el proyecto», menciona.
Además, la falta de infraestructura impacta directamente en los resultados, ya que las fuertes lluvias afectan la producción en los campos al aire libre. «Es crucial que el Estado se enfoque en estos desafíos, ayudando a construir la infraestructura necesaria y ofreciendo financiamiento adecuado para que el campo continúe produciendo alimentos», subraya.
Formalidad
Por último, Óscar destaca la importancia de trabajar dentro del marco legal y con buenas prácticas. «Mis parcelas son verificadas por el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE), como aptas para la producción, y contamos con factura legal. Esto me permite comercializar entre ciudades y aumentar la confianza de mis clientes», concluye.
Concurso Miradas Transformadoras de la Juventud Rural El Ing. Óscar Alvarenga ganó el concurso fotográfico “Territorio y Ruralidad – Miradas Transformadoras de la Juventud Rural en América Latina y el Caribe”, en representación de Paraguay, al captar la esencia del territorio y contar su historia para visibilizar la riqueza y tradiciones de la vida rural. |