La alta calidad genética de las semillas, sumada al acompañamiento técnico y las buenas prácticas adoptadas, vuelven a dar buenos resultados para la agricultura familiar. Con un impacto directo en la productividad de miles de familias campesinas, el proyecto Avatiky volvió a cumplir con su objetivo....
01 Nov Buen desarrollo de cultivos alienta a pequeños productores
La alta calidad genética de las semillas, sumada al acompañamiento técnico y las buenas prácticas adoptadas, vuelven a dar buenos resultados para la agricultura familiar.
Con un impacto directo en la productividad de miles de familias campesinas, el proyecto Avatiky volvió a cumplir con su objetivo. El porcentaje de semillas sembradas muestran un buen desarrollo por quinto año consecutivo, y alienta a los pequeños productores a trabajar con mayor tecnología y tecnificación.
“Nos abrió los ojos, porque al tener buenos resultados también mejoramos nuestras semillas y prácticas para producir más cantidades. En mi caso, estoy plantando en tres hectáreas, una con lo recibido de Avatiky y para las otras dos hectáreas compro semillas, que no son de la misma calidad, pero sí tienen características mejoradas”, detalló Francisco Miranda, productor y socio del Comité San Marcos en Mbutuy, Caaguazú.
Uno de los rubros principales del comité es la leche, por esta razón Don Francisco destina su producción a silaje para la alimentación de sus vacas. Explicó que el sector lácteo ha sido muy rentable para su familia y le permite generar los ingresos necesarios para también trabajar con soja y otros cultivos.
Agregó que al poder utilizar su propia producción como alimento para los animales, ayuda a equilibrar los costos y poder sacar ganancia, ya que reduce costos de balanceados y suplementos nutricionales.
Cinco años de buenos resultados
Las familias productoras del Comité San Marcos son parte del programa desde sus inicios, destinando cerca del 50% de sus semillas a la temporada de zafra y el porcentaje restante a zafriña.
Este año recibieron bolsas para cubrir unas 80 hectáreas, y cada socio escoge el destino de su producción, ya sea para autoconsumo, venta de choclo, silaje o venta de granos.
La siembra inició la primera semana de octubre y esperan tener el maíz choclo para diciembre y dentro de 100 a 110 días producto listo para el silaje, si las condiciones climáticas lo permiten. Recibieron dos lluvias que ayudaron a que crezcan bien las plantas y están optimistas para el cierre de ciclo.
Don Francisco mencionó que desde hace tres años también trabajan con soja, lo que les permite desarrollar un sistema de rotación con otros rubros y hacer que sus tierras sean cada vez más fértiles.
“Nuestro suelo está bien nutrido y eso nos ayuda a que los cultivos tengan buenos desarrollos. En el caso del maíz, son semillas de primera calidad y llevamos plantando cinco años continuado. Estamos contentos con los resultados”, agregó.
Recordó que la comunidad está integrada por pequeños productores con 10 a 15 hectáreas que apuestan a la diversificación de rubros, siempre está produciendo y trabajando el campo para sacar adelante a sus familias.