Los sectores agropecuario y forestal se enfrentan a varios desafíos que ponen en zozobra a los productores y atentan contra la sostenibilidad del trabajo rural. La variabilidad del clima y de las condiciones de precios y mercados para los distintos productos agropecuarios crearon un escenario de...
23 Ago Sequía, abigeato, descapitalización e inseguridad en el campo
Los sectores agropecuario y forestal se enfrentan a varios desafíos que ponen en zozobra a los productores y atentan contra la sostenibilidad del trabajo rural.
La variabilidad del clima y de las condiciones de precios y mercados para los distintos productos agropecuarios crearon un escenario de incertidumbre, al que nuevamente se suman los casos de hurto, abigeato, amenazas y ataques a las fincas, lo que afecta a distintas áreas del territorio nacional.
Integrantes del sector ganadero reportan el aumento de las denuncias por hurto y abigeato en zonas de Paraguarí, Concepción, Canindeyú, Central, Chaco y otros. En muchos casos los robos se realizan de manera sistemática y las brigadas de control no dan abasto.
Asimismo, la falta de agua y menor pastura está afectando al ganado. Los animales mueren y son trasladados para el reacomodo o son enviados a faena antes de lo previsto. Esto se da principalmente en la Región Occidental, donde la ganadería es una de sus principales fuentes de ingresos.
Cultivos
La producción de granos, cereales y vegetales también recibe el impacto de la falta de humedad, enfermedades y variaciones climáticas. Los productos de exportación se enfrentan a la caída de los precios, limitaciones de acceso a mercados y dificultades de navegación para el comercio.
Integrantes de la agricultura familiar reclaman mayores oportunidades de mercado a nivel nacional para colocar su producción. El segmento se encuentra trabajando en la mejora de la calidad a través de la tecnificación, inversión en tecnología y buenas prácticas para responder a los más altos estándares del mercado, y requieren de mayor apoyo para la fase de comercialización.
Por otra parte, la sequía también afecta el desarrollo de la producción forestal y propicia el inicio y expansión de incendios que afectan tanto al sector agrícola como al ganadero y forestal. Cada uno de estos factores repercuten en la des- capitalización de grandes y pequeños, la imposibilidad de pagar deudas, la reducción en las áreas de siembra, la disminución del hato ganadero y el debilitamiento de la dinámica económica.
El trabajo no para y la gente del campo sigue enfrentando estos distintos escenarios con valentía y entereza, pero requieren del apoyo integral de las instituciones públicas encargadas de velar por el bienestar y el desarrollo del campo paraguayo.