UGP | La aplicación de la tecnología y la diversificación sacaron a campesino de la extrema pobreza
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La aplicación de la tecnología y la diversificación sacaron a campesino de la extrema pobreza

“Ya trabajamos las tierras con tractores”, expresa orgulloso Avelino Vallejos, agricultor de Vaquería, Caaguazú, luego de recordar con pena lo difícil que fue cultivar sin tecnología. Cuenta que, tras adquirir sus tierras y titularlas, plantó soja para crecer cada vez más hasta mecanizar sus cultivos y lograr sacar a...

La aplicación de la tecnología y la diversificación sacaron a campesino de la extrema pobreza

“Ya trabajamos las tierras con tractores”, expresa orgulloso Avelino Vallejos, agricultor de Vaquería, Caaguazú, luego de recordar con pena lo difícil que fue cultivar sin tecnología. Cuenta que, tras adquirir sus tierras y titularlas, plantó soja para crecer cada vez más hasta mecanizar sus cultivos y lograr sacar a su familia de la extrema pobreza en la que se encontraban.

Comenta que tiene menos de 20 hectáreas mecanizadas de soja que rota con cultivos como maíz, canola y otros. “Cuando adquirí y titulé mis tierras empecé a trabajarlas con buey y palas. El uso de maquinarias y fitosanitarios era impensable y, a veces, al no poder aplicar insecticidas o herbicidas, perdía la producción de maíz, poroto y demás. Actualmente me parece imposible volver a trabajar sin tecnología, ya que, al mecanizar mis tierras y plantar soja, logré salir adelante”.

Recuerda que sus vecinos se opusieron a sus planes de sembrar soja, diciendo que iba a contaminar e intoxicar todo a su paso. Sin embargo, Vallejos cumplió y sigue cumpliendo con todas las leyes ambientales y cuenta con una producción sostenible que es modelo en la zona. “Nunca hubo casos de intoxicación por aquí, incluso nuestra vivienda está al lado de nuestro cultivo y nunca nos enfermamos. Trabajamos respetando todas las medidas ambientales y nadie puede atreverse a refutar eso, pueden venir a ver incluso nuestro trabajo”, sostiene.

Colaborador del INBIO

Vallejos recibe asistencia y capacitación de los técnicos del Instituto de Biotecnología Agrícola y de la Unión de Gremios de la Producción. Estas organizaciones proveen las semillas de soja y demás para cultivar, y un grupo de técnicos agrícolas visita periódicamente la finca del productor para dar asesoramiento.

“Solo me queda decir que sin tecnología, conocimiento y cooperación, no habría podido salir adelante con mi trabajo agrícola”, finaliza.



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