Comprometido con ofrecer un producto de alta calidad, aplicar sus conocimientos y seguir impulsando el trabajo agrícola familiar, Óscar Alvarenga celebra una nueva cosecha de frutillas de la variedad Dover, cultivadas en su finca “La Casa del Horticultor”. El joven emprendedor apostó por el cultivo de...
04 Ago Joven productor celebra una buena cosecha de frutilla pese a las heladas
Comprometido con ofrecer un producto de alta calidad, aplicar sus conocimientos y seguir impulsando el trabajo agrícola familiar, Óscar Alvarenga celebra una nueva cosecha de frutillas de la variedad Dover, cultivadas en su finca “La Casa del Horticultor”.
El joven emprendedor apostó por el cultivo de 10.000 plantines de frutilla en su pequeña parcela, lo que no solo genera ingresos para su hogar, sino que también le permite avanzar con proyectos de expansión e incorporar innovaciones en los cuidados culturales de sus tierras en Canindeyú.
“Entendiendo los desafíos que presentan las condiciones del clima y del suelo, apliqué microorganismos como parte del manejo agronómico, para ayudar al desarrollo saludable de las plantas y que puedan alcanzar su máximo potencial. Sin embargo, las heladas de junio afectaron una parte de mi producción”, relató Óscar.
A pesar del golpe climático, reinició los cuidados y, en poco más de 30 días, logró su primera cosecha: 20 kilos de frutos de excelente calidad. Si el clima acompaña, espera alcanzar un rendimiento de hasta 500 gramos de frutilla por planta.
Mercado y valor agregado
Gracias a la calidad de su producto y una logística eficiente, Óscar logra colocar su producción en localidades vecinas como La Paloma, Katueté, Puente Kuja, Cruce Guaraní y Salto del Guairá, a un precio justo que le permite seguir reinvirtiendo en su emprendimiento.
“Mis frutillas son muy valoradas porque es una producción biológica. Uso insumos naturales, como microorganismos, bacterias y hongos que nutren y estimulan el crecimiento del cultivo”, explicó.
Actualmente, trabaja también en un proyecto para producir sus propios microorganismos, con el objetivo de adaptar los insumos a las condiciones específicas de su suelo y lograr una mayor eficiencia productiva. Esta iniciativa apunta además al autoabastecimiento, reduciendo costos y fortaleciendo la sostenibilidad de su finca.
Golpe por heladas
Las bajas temperaturas de junio no solo afectaron sus frutillas. La producción de locote fue totalmente arrasada por la helada, lo que generó pérdidas económicas importantes. Aun así, el espíritu emprendedor de Óscar no se detiene. Lejos de desanimarse, redobla su apuesta por la agricultura, con planes de aumentar y diversificar aún más su producción hortícola.