
El sector arrocero reitera la necesidad de desarrollar variedades propias para mejorar la productividad, reducir costos y ganar competitividad, siguiendo el ejemplo de países vecinos. Así lo expresó el Ing. Reinerio Franco, vicepresidente de la Federación Paraguaya de Arroceros (Feparroz), a 5 Días, quien advirtió que...
30 Sep Semillas con genética nacional, un paso clave para impulsar la competitividad arrocera
El sector arrocero reitera la necesidad de desarrollar variedades propias para mejorar la productividad, reducir costos y ganar competitividad, siguiendo el ejemplo de países vecinos.
Así lo expresó el Ing. Reinerio Franco, vicepresidente de la Federación Paraguaya de Arroceros (Feparroz), a 5 Días, quien advirtió que este paso es fundamental para sostener la competitividad y el crecimiento de la cadena en los próximos años.
Aunque se viene trabajando en el área de la investigación y desarrollo para el arroz, actualmente no se cuenta con variedades nacionales sembradas en volúmenes significativos.
“Necesitamos invertir en genética para contar con semillas adaptadas a nuestro clima, enfermedades y plagas. Los beneficios serían inmensos, tales como mayor productividad, mejor manejo y menor uso de defensivos agrícolas”, mencionó y explicó que en diez años se puede obtener una o dos variedades nuevas, pero el proceso debe ser permanente, y cada año deben surgir opciones que acompañen la evolución del campo.
El Ing. Franco comentó que ya existen conversaciones con el Gobierno para elaborar una hoja de ruta, aunque aclaró que se trata de una decisión estratégica que demanda políticas de largo plazo. “No se resuelve en un periodo corto, exige visión y continuidad”, indicó.
La experiencia de países vecinos como Brasil, Argentina y Uruguay demuestra los beneficios de este camino: gracias a la inversión en investigación genética, lograron variedades que responden mejor a suelos, climas y desafíos fitosanitarios específicos, asegurando mayores rendimientos, menor dependencia de insumos externos y una producción más sostenible.
En este contexto, puntualizó en que el Estado debe liderar este proceso y tratarlo como una inversión estratégica para impulsar la productividad y competitividad de la producción e industrialización del arroz.