
Pequeños productores, comunidades indígenas y la Coordinadora Agrícola del Para- guay se unen bajo un mismo acuerdo que busca fortalecer la agricultura familiar y abrir nuevas oportunidades para el campo. Reafirmando su compromiso con los pequeños productores y las comunidades rurales más vulnerables, la Coordinadora Agrícola...
30 Sep Alianza histórica para fortalecer la agricultura familiar y a las comunidades indígenas
Pequeños productores, comunidades indígenas y la Coordinadora Agrícola del Para- guay se unen bajo un mismo acuerdo que busca fortalecer la agricultura familiar y abrir nuevas oportunidades para el campo.
Reafirmando su compromiso con los pequeños productores y las comunidades rurales más vulnerables, la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP) encabeza esta iniciativa, acompañada por gremios de la producción que apuestan por la integración y la cooperación entre los distintos actores del sistema productivo nacional.
El proyecto reconoce no solo el papel clave de estos segmentos en la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible del país, sino también el valor de la asociatividad y la solidaridad, principios que guían a la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod). En ese marco, la firma del acuerdo se realizó en su sede y reunió a representantes de seis organizaciones que, tras varios encuentros previos, pusieron en común sus preocupaciones y necesidades para construir juntos respuestas concretas y sostenibles.

La alianza busca enfrentar los principales desafíos de la agricultura familiar y aprovechar sus oportunidades, con el objetivo de fortalecer la producción, la organización social y el respeto a las identidades locales, a través de ejes estratégicos que respondan de manera eficiente a las necesidades de los productores.
“El objetivo es trabajar conjuntamente, tomar las preocupaciones genuinas de cada grupo y coordinar acciones en dos niveles: las estructurales y las operativas, para encaminar las cosas del día a día”, explicó el Ing. Héctor Cristaldo, presidente de la CAP, quien reiteró que la meta es que la agricultura familiar se fortalezca y que la gente del campo viva mejor.
Por su parte, el Ing. Alfred Fast señaló que el camino será largo y demandará dedicación y disciplina, pero permitirá alcanzar buenos resultados para las familias y el campo. “Trabajamos con productores rurales desde hace más de 10 años y alentamos a cimentar el trabajo conjunto, ya sea en asociaciones, organizaciones o comités, para fortalecer a las comunidades productivas”, agregó.
Los representantes coincidieron en que se trata de una oportunidad significativa para mejorar la calidad de vida de las familias, impulsar la modernización de la producción y fomentar el arraigo de las nuevas generaciones.
“Hoy tenemos a seis organizaciones unidas, dos pertenecientes a comunidades indígenas (una del Chaco y otra de la Región Oriental) y cuatro de la agricultura familiar, que se están sumando para enfrentar juntos los desafíos y aprovechar las oportunidades; porque el único camino es trabajando unidos entre pequeños, medianos y grandes productores”, destacó José Rodríguez, representante de Ñemity.
También subrayó que existen dos capítulos clave a atender: el acceso a la tierra y lograr el arraigo de las familias campesinas. “Hace falta una política pública adecuada para la agricultura familiar; ya no se puede continuar con el concepto de supervivencia. Las familias rurales tienen las mismas necesidades de educación, salud, comunicación y confort, y eso no se cubre con la forma tradicional de producción. Hay que cambiar muchas cosas y, sobre todo, generar oportunidades para los más jóvenes”, agregó.


