
El Centro Azucarero y Alcoholero (CAAP) sostiene una postura firme: declarar al azúcar como producto de excepción dentro del bloque regional, a fin de proteger a una de las cadenas productivas más sensibles para la economía y el empleo del país. La posición paraguaya tiene raíces profundas....
25 Jul Defienden al sector azucarero ante asimetrías históricas en el Mercosur
El Centro Azucarero y Alcoholero (CAAP) sostiene una postura firme: declarar al azúcar como producto de excepción dentro del bloque regional, a fin de proteger a una de las cadenas productivas más sensibles para la economía y el empleo del país.
La posición paraguaya tiene raíces profundas. Desde los inicios de las negociaciones del Mercosur, el azúcar ha sido reconocido como un rubro con claras asimetrías entre los socios, especialmente debido al caso de Brasil, ya que implementa políticas públicas de promoción de la producción que, según referentes del sector, generan distorsiones que afectan la competitividad de la industria azucarera de países más pequeños como Paraguay.
“Esta situación de distorsiones por parte de Brasil generó la sólida defensa del Paraguay en el marco de la Comisión Ad Hoc, declarando con los de más países del Mercosur —Argentina y Uruguay— al azúcar como producto de excepción”, afirma la Lic. Sonia Fleitas, gerente general de la CAAP.
El principal argumento para mantener esta protección es que la cadena de valor de la caña de azúcar es fuente de ingreso directo e indirecto para unas 300.000 personas en Paraguay. Una eventual liberalización del mercado pondría en riesgo esta fuente de empleo, además de impactar en los ingresos fiscales de una industria con alta contribución fiscal.
“El sostenimiento de la economía y la cadena de producción primaria es prioridad para el país”, reiteró y advirtió que una apertura sin restricciones beneficiaría principalmente a la industria brasileña, mientras que empobrecería aún más a comunidades que dependen casi exclusivamente del cultivo y procesamiento de la caña de azúcar.
En relación al diálogo con otros países del bloque, explicó que se mantienen en contacto directo con el Centro Azucarero Argentino, que también rechaza la liberalización del azúcar en el bloque. “Ellos dicen que es inadmisible. La actividad azucarera en Argentina es clave para la economía regional y fundamental para el empleo”, agregó.
Actualmente, representantes del sector paraguayo trabajan de manera coordinada con el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Agricultura y Ganadería y el Ministerio de Industria y Comercio para abordar el tema y se prevén reuniones formales entre el sector público y privado para alinear estrategias.
El reclamo central del sector es mantener invariable la postura nacional. Se debería sostener un arancel del 30% y aplicar medidas administrativas como la licencia previa para la importación de azúcar.
Estas disposiciones se enmarcan en los acuerdos internacionales vigentes dentro del Mercosur y buscan amortiguar el impacto de las distorsiones persistentes en el mercado.