
Este incremento tiene un impacto directo en la calidad de vida de miles de familias rurales y fortalece el arraigo en las comunidades. En un contexto donde las zonas rurales reclaman mayor integración al desarrollo nacional, el campo paraguayo ofrece señales positivas. Según datos oficiales, durante...
23 Jun Sector primario empleó a más de 450.000 personas
Este incremento tiene un impacto directo en la calidad de vida de miles de familias rurales y fortalece el arraigo en las comunidades.
En un contexto donde las zonas rurales reclaman mayor integración al desarrollo nacional, el campo paraguayo ofrece señales positivas. Según datos oficiales, durante el primer trimestre del 2025 el sector primario (compuesto por la agricultura, ganadería, caza y pesca) empleó a 458.207 personas, lo que representa un aumento de 13.392 puestos de trabajo en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Este crecimiento no es un hecho aislado. Forma parte de una tendencia sostenida que posiciona al agro como un actor clave en la reducción del desempleo y la dinamización de la economía rural.
Área rural
Considerando todos los sectores económicos, la población ocupada en las zonas rurales del país también creció, pasando de 1.033.636 personas en el primer trimestre del 2024 a 1.077.561 en el mismo periodo de 2025, es decir, 43.925 personas más.
Este incremento tiene un impacto directo en la calidad de vida de miles de familias rurales, y fortalece el arraigo en comunidades donde la migración a zonas urbanas ha sido históricamente una respuesta al desempleo o la falta de oportunidades.

El comportamiento del empleo a lo largo del 2024 mostró un pico en el tercer trimestre con más de 504 mil trabajadores en el sector primario, reflejando también las dinámicas estacionales de la actividad productiva. Cabe mencionar que los datos no incluyen a los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay, por lo que la cifras pueden tener variaciones.
Este avance es un recordatorio del papel estratégico que juega el agro en Paraguay: no solo como fuente de alimentos y divisas, sino también como motor de inclusión social y equidad territorial. El fortalecimiento del sector primario implica más que cifras; significan dignidad laboral, arraigo cultural y sostenibilidad para el futuro del país.
El desafío ahora es consolidar estos logros a través de políticas públicas que acompañen la productividad con innovación, inversión y protección social, asegurando que este crecimiento se traduzca en una transformación real para el Paraguay rural.