UGP | Héctor Cristaldo: “Europa es hoy un mercado de altísimo riesgo”
19754
wp-singular,post-template-default,single,single-post,postid-19754,single-format-standard,wp-embed-responsive,wp-theme-bridge,ajax_fade,page_not_loaded,,paspartu_enabled,overlapping_content,transparent_content,qode-theme-ver-17.2,qode-theme-bridge,disabled_footer_bottom,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-5.6,vc_responsive
 

Héctor Cristaldo: “Europa es hoy un mercado de altísimo riesgo”

En el contexto de la aplicación de la normativa Nº 1115 de la Unión Europea, que introduce un sistema de clasificación por niveles de riesgo para exportaciones agrícolas, productores y gremialistas paraguayos expresan una creciente preocupación. Los resultados de la clasificación, que divide a los países...

Héctor Cristaldo: “Europa es hoy un mercado de altísimo riesgo”

En el contexto de la aplicación de la normativa Nº 1115 de la Unión Europea, que introduce un sistema de clasificación por niveles de riesgo para exportaciones agrícolas, productores y gremialistas paraguayos expresan una creciente preocupación.

Los resultados de la clasificación, que divide a los países en riesgo alto, estándar y bajo, y define el nivel de auditoría sobre sus exportaciones, supone un desafío operativo y económico para Paraguay. Según el Ing. Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), el sistema no tuvo en cuenta el proceso de desarrollo sostenible de nuestro país en las dos últimas décadas, ni refleja la realidad paraguaya.

“No hay criterios técnicos ni científicos en las decisiones que están tomando. Llama la atención que los cuatro mayores emisores de gases de efecto invernadero (China, Estados Unidos, India y la propia Unión Europea) hayan sido calificados como de riesgo bajo. Solo entre ellos concentran el 58% de las emisiones globales”, cuestionó Cristaldo en entrevista con El Péndulo, de Unicanal.

En contraste, Paraguay, con una de las menores emisiones per cápita del mundo (1,3 frente a 6,2 en Europa), fue clasificado como de riesgo estándar. Para el sector productivo, esto revela una falta de objetividad y pone en duda la legitimidad del discurso ambiental. “Esto confirma nuestros temores iniciales: la medida es unilateral, basada en dogmas, prejuicios e intereses comerciales. No hay diálogo, no hay reciprocidad”, reiteró.

Un desafío operativo insostenible

Más allá de la calificación, uno de los principales obstáculos es la exigencia de una segregación total de los productos exportados. “En el caso de la carne es más factible, pero en el de los granos es prácticamente imposible. No aceptaron nuestra propuesta de balance de masa y, con 330.000 viajes de camiones a silos y puertos, es imposible evitar la mezcla de granos”, explicó Cristaldo.

Desde el punto de vista económico, el costo de adecuarse a la normativa supera los beneficios. “Paraguay exporta a la UE alrededor de USD 150 millones en soja y derivados. Pero adaptarse a sus exigencias nos costaría unos USD 160 millones. Ya no es negocio, más aún si ese mercado representa apenas el 4% de nuestras exportaciones y mantiene una balanza comercial negativa con nosotros”, agregó.

Reglas inciertas y sanciones desproporcionadas

Para el sector productivo, el sistema europeo impone condiciones desiguales que generan incertidumbre y alto riesgo comercial. “Las reglas no están claras, cambian arbitrariamente, y contemplan sanciones desproporcionadas, como multas del 4% del total exportado en un año, no sobre el valor de la carga que pudo haber tenido algún problema. Así no se puede trabajar”, señaló.

Ante este panorama, recomendó a los productores paraguayos no adherirse ni ingresar al sistema europeo bajo las condiciones actuales. “No es racional ni justo. Si realmente quieren socios comerciales, deben comportarse como tales, no como regentes coloniales que imponen unilateralmente sin negociar”, advirtió.

Finalmente, Cristaldo instó a avanzar en una estrategia regional y diversificada. “Debemos continuar trabajando en una ingeniería comercial junto al sector público y privado, para abrir mercados más previsibles, competitivos y con reglas claras”, afirmó.

“No caigamos en la trampa de descalificar nuestra producción bajo un supuesto problema ambiental. Paraguay es sostenible en lo económico, social y ambiental. Lo que hoy propone Europa es inviable”, finalizó.



Recibí las noticias del sector