El Ing. Agr. Alfredo Molinas, asesor agroambiental de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), compartió una “Clasificación de medidas, prácticas de uso y manejo racional de los recursos naturales productivos”. Compartimos un resumen de las prácticas forestales que acompañan el desarrollo sostenible de...
24 Nov Paraguay sigue dando importantes pasos en la integración agroforestal
El Ing. Agr. Alfredo Molinas, asesor agroambiental de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), compartió una “Clasificación de medidas, prácticas de uso y manejo racional de los recursos naturales productivos”. Compartimos un resumen de las prácticas forestales que acompañan el desarrollo sostenible de la producción agropecuaria.
En Paraguay se desarrollan distintas prácticas agroforestales que buscan aumentar la productividad de las fincas de forma sostenible, y permiten sintetizar en el reciclaje de nutrientes, controlar la erosión hídrica y proveer a los productores madera, postes y leña.
“Al ser aplicados y bien manejados pueden consolidar y aumentar la productividad de establecimientos agropecuarios y plantaciones forestales de diversas dimensiones o, mínimamente, evitar que haya una degradación del suelo o merma de la capacidad productiva a través de los años”, explica Medina.
Dentro del sistema agroforestal se cuenta con prácticas como la combinación de árboles con cultivos. Se plantan árboles en forma dispersa o intercalados en las chacras o áreas de cultivo para reciclar nutrientes, proteger el suelo, abonos verdes y ofrecer sombra. También suelen ser utilizados para producción de madera u otras especies de uso múltiples.
También se aplica la práctica de árboles con cultivos en callejones que mezcla filas de árboles de porte pequeño o robusto con cultivos anuales para generar abonos verdes y aportar beneficios adicionales al control las malezas, evitar la erosión por el impacto de las gotas de lluvia y escorrentía sobre la superficie del suelo, también producir estacas y postes en las fincas.
Protección natural
También se plantan “cercos vivos” para la delimitación y protección de terrenos, y como cortinas rompevientos que ayudan a reducir la erosión eólica y la evapotranspiración excesiva de los cultivos y mejorando el rendimiento de los animales que pastorean en zonas de mucho viento.
También se plantan barreras en contorno con el uso de árboles y arbustos, en combinación con otras prácticas de conservación como terrazas para la recuperación y estabilización de suelos en terrenos con pendientes fuertes, o la protección de cauces y fuentes de aguas en las fincas.
A nivel de producción también se realizan rodales compactos, banco de forraje, huertos caseros y árboles en potreros.