Tanto el Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) como el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), reafirmaron el pasado jueves el compromiso de apoyar el fortalecimiento de escuelas agrícolas, proyecto que se lleva adelante en el marco del Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología, del INBIO; con apoyo de la empresa...
11 Sep Sector público y privado se unen para fortalecer las escuelas agrícolas
Tanto el Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO) como el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), reafirmaron el pasado jueves el compromiso de apoyar el fortalecimiento de escuelas agrícolas, proyecto que se lleva adelante en el marco del Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología, del INBIO; con apoyo de la empresa Corteva Agriscience.
Si bien el INBIO y la Dirección de Educación Agraria iniciaron en abril las actividades junto con los técnicos de las cuatro escuelas agrícolas de distintos departamentos como Villarrica, Caazapá, Minga Guazú y Concepción; se formalizó oficialmente este compromiso público-privado, según informó el Ing. Agr. Víctor González, responsable del programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología.
El proyecto inició a finales del 2017 con el acercamiento de INBIO a las escuelas agrícolas de las mencionadas zonas. En el siguiente año, el consejo directivo de la institución resolvió llevar adelante el programa que se enmarca dentro del acuerdo de cooperación existente entre el INBIO y el MAG. Inicialmente se había solicitado incorporar a siete escuelas agrícolas, pero durante el recorrido realizado por los responsables de ejecutar el proyecto, y teniendo en cuenta algunos parámetros, la cantidad se redujo a cuatro escuelas con las que inicialmente se trabajará, para luego ir sumando las otras.
Este proyecto representa un desafío, tanto para los técnicos como para los docentes y alumnos, en llevar adelante este programa, sobre todo porque las escuelas no se rigen por el calendario agrícola, sino por el escolar del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). Se ajustarán las actividades a desarrollar desde febrero-marzo hasta noviembre, a fin de ejecutar todas las labores posibles, explicó el ingeniero.
La iniciativa se dirige a alumnos y profesores de las escuelas agrícolas, principalmente; sin embargo, no se puede ignorar que las escuelas agrícolas tienen comunidades educativas que las rodean. De esa comunidad forman parte también las familias de los estudiantes.